Aquella temporada tras unos comienzos dubitativos la Real permaneció durante casi toda la temporada en la tercera plaza que daba derecho a jugar la promoción de ascenso. Sin embargo en las últimas jornadas la Real se vio relegada a la cuarta posición que la dejaba de nuevo en segunda pero dos victorias consecutivas, frente al Real Betis en Sevilla y frente al RCD Mallorca en casa la devolvieron al tercer puesto.