Sus figuras tienden al dramatismo, a la tensión trágica, a la plasmación del concepto que el artista tenía de la lucha del hombre contra el destino. En obras como Venus y Amor descubiertos por un sátiro (o Júpiter y Antíope, 1524-1525), La educación de Cupido (1528), Dánae (1530), Leda con el cisne (1531-1532) y Júpiter e Ío (1531-1532), muestra figuras en posiciones caprichosas, dinámicas, que destacan lumínicamente del resto del cuadro, más oscuro, focalizando así el principal punto de interés para el artista.
Categorías